El reciente video del youtuber ‘El Rubius’ en la plataforma digital Twitch en el que comunicaba a sus millones de seguidores el traslado de su residencia a Andorra se suma a una larga lista de miembros del ecosistema youtuber e instagramer que ya están asentados en el citado territorio.
La noticia ha suscitado diversas reacciones, muchas de ellas señalando la falta de ética de estas decisiones de relocalización. Se extiende la idea de moralizar las obligaciones tributarias, es decir, no solo hay que pagar lo que es legal sino lo que es moralmente justo (fair share taxation). Desde este punto de vista, la planificación fiscal es inaceptable, aunque sea legal, porque es inmoral.
Frente a ello hay que señalar que tales cambios de residencia serían reprobables si no fueran reales o cuando no se ajustasen al ordenamiento jurídico que, en el presente caso, no es solo la ley interna española sino también el Convenio de Doble Imposición entre España y Andorra.
A diferencia de lo que sucedía hace unos años con los traslados de residencia a Andorra de algunos deportistas, cantantes o coleccionistas de arte, los youtubers no simulan sus residencias pues no acostumbran a tener cargas familiares y no necesitan estar provistos de una gran estructura –les basta un ordenador, una silla y una buena conexión a Internet–, puesto que desde cualquier parte del mundo pueden stremear, twittear, subir un video a YouTube o hacer una storie en Instagram.
Cabe decir que el sistema tributario español y la presión fiscal actual caracterizado por la inseguridad jurídica existente, la falta de incentivos fiscales a este tipo de rentas, las inspecciones y la limitación de los gastos deducibles no ayuda a que se queden. Las amenazas de volver a incluir a Andorra en el listado de paraísos fiscales y de poner en marcha toda la artillería de Big Data de la Agencia Tributaria, lo único que conseguirá es que finalmente acaben deshaciéndose de todo su patrimonio situado en territorio español.
El reciente video del youtuber ‘El Rubius’ en la plataforma digital Twitch en el que comunicaba a sus millones de seguidores el traslado de su residencia a Andorra se suma a una larga lista de miembros del ecosistema youtuber e instagramer que ya están asentados en el citado territorio.
La noticia ha suscitado diversas reacciones, muchas de ellas señalando la falta de ética de estas decisiones de relocalización. Se extiende la idea de moralizar las obligaciones tributarias, es decir, no solo hay que pagar lo que es legal sino lo que es moralmente justo (fair share taxation). Desde este punto de vista, la planificación fiscal es inaceptable, aunque sea legal, porque es inmoral.
Frente a ello hay que señalar que tales cambios de residencia serían reprobables si no fueran reales o cuando no se ajustasen al ordenamiento jurídico que, en el presente caso, no es solo la ley interna española sino también el Convenio de Doble Imposición entre España y Andorra.
A diferencia de lo que sucedía hace unos años con los traslados de residencia a Andorra de algunos deportistas, cantantes o coleccionistas de arte, los youtubers no simulan sus residencias pues no acostumbran a tener cargas familiares y no necesitan estar provistos de una gran estructura –les basta un ordenador, una silla y una buena conexión a Internet–, puesto que desde cualquier parte del mundo pueden stremear, twittear, subir un video a YouTube o hacer una storie en Instagram.
Cabe decir que el sistema tributario español y la presión fiscal actual caracterizado por la inseguridad jurídica existente, la falta de incentivos fiscales a este tipo de rentas, las inspecciones y la limitación de los gastos deducibles no ayuda a que se queden. Las amenazas de volver a incluir a Andorra en el listado de paraísos fiscales y de poner en marcha toda la artillería de Big Data de la Agencia Tributaria, lo único que conseguirá es que finalmente acaben deshaciéndose de todo su patrimonio situado en territorio español.
El reciente video del youtuber ‘El Rubius’ en la plataforma digital Twitch en el que comunicaba a sus millones de seguidores el traslado de su residencia a Andorra se suma a una larga lista de miembros del ecosistema youtuber e instagramer que ya están asentados en el citado territorio.
La noticia ha suscitado diversas reacciones, muchas de ellas señalando la falta de ética de estas decisiones de relocalización. Se extiende la idea de moralizar las obligaciones tributarias, es decir, no solo hay que pagar lo que es legal sino lo que es moralmente justo (fair share taxation). Desde este punto de vista, la planificación fiscal es inaceptable, aunque sea legal, porque es inmoral.
Frente a ello hay que señalar que tales cambios de residencia serían reprobables si no fueran reales o cuando no se ajustasen al ordenamiento jurídico que, en el presente caso, no es solo la ley interna española sino también el Convenio de Doble Imposición entre España y Andorra.
A diferencia de lo que sucedía hace unos años con los traslados de residencia a Andorra de algunos deportistas, cantantes o coleccionistas de arte, los youtubers no simulan sus residencias pues no acostumbran a tener cargas familiares y no necesitan estar provistos de una gran estructura –les basta un ordenador, una silla y una buena conexión a Internet–, puesto que desde cualquier parte del mundo pueden stremear, twittear, subir un video a YouTube o hacer una storie en Instagram.
Cabe decir que el sistema tributario español y la presión fiscal actual caracterizado por la inseguridad jurídica existente, la falta de incentivos fiscales a este tipo de rentas, las inspecciones y la limitación de los gastos deducibles no ayuda a que se queden. Las amenazas de volver a incluir a Andorra en el listado de paraísos fiscales y de poner en marcha toda la artillería de Big Data de la Agencia Tributaria, lo único que conseguirá es que finalmente acaben deshaciéndose de todo su patrimonio situado en territorio español.