Según la firma de inversión francesa Natixis. Unos costes laborales competitivos, un mercado laboral algo más flexible que hace unos años, un capital humano formado y un clima templado favorecen a España. México, el sur de Asia y algunos países del centro y este de Europa también podrían verse beneficiados por este cambio de tendencia. Los costes de producción en los países emergentes se han disparado”, como ha sido el caso de China, país en el que la industria ha comenzado a perder peso. Por otro lado, “la disminución del peso de la industria a nivel mundial hace que sea aún más ineficiente tener múltiples centros de producción”.
Según la firma de inversión francesa Natixis. Unos costes laborales competitivos, un mercado laboral algo más flexible que hace unos años, un capital humano formado y un clima templado favorecen a España. México, el sur de Asia y algunos países del centro y este de Europa también podrían verse beneficiados por este cambio de tendencia. Los costes de producción en los países emergentes se han disparado”, como ha sido el caso de China, país en el que la industria ha comenzado a perder peso. Por otro lado, “la disminución del peso de la industria a nivel mundial hace que sea aún más ineficiente tener múltiples centros de producción”.
Según la firma de inversión francesa Natixis. Unos costes laborales competitivos, un mercado laboral algo más flexible que hace unos años, un capital humano formado y un clima templado favorecen a España. México, el sur de Asia y algunos países del centro y este de Europa también podrían verse beneficiados por este cambio de tendencia. Los costes de producción en los países emergentes se han disparado”, como ha sido el caso de China, país en el que la industria ha comenzado a perder peso. Por otro lado, “la disminución del peso de la industria a nivel mundial hace que sea aún más ineficiente tener múltiples centros de producción”.