La gestión ha sido muy mejorable por parte de todas las administraciones
¿Cómo se valora desde RetailCat la nueva Ley de las Áreas de Promoción Económica Urbana (APEU)?
De forma muy positiva. Llevamos muchos años hablando de esta cuestión y, por primera vez en el Estado, se ha conseguido aprobar una ley que da cobertura legal a esta forma de organización público-
privada que hace años que existe en otros países. Ahora hemos de ser capaces de hacerlo realidad y empezar a trabajar para crear las primeras APEU, pero sin duda, el futuro de muchos ejes comerciales pasa por esta fórmula.
¿Qué consideraciones le merece la gestión por parte de las distintas administraciones públicas en lo relativo a las normas y restricciones aplicadas al pequeño comercio en el contexto de la pandemia sanitaria?
Estamos bastante decepcionados por la gestión que se ha hecho de la situación. Se han tomado medidas precipitadas, no siempre de fácil interpretación, con poco margen de maniobra y, en algunos casos, inexplicables e incoherentes. Entendemos que es una situación muy complicada, pero la gestión ha sido, en general, muy mejorable por parte de todas las administraciones.
¿Y en lo que concierne a los centros comerciales?
Totalmente desconcertante. En algunos casos las medidas no se entienden, y menos como se han aplicado. Nos hemos encontrado con centros comerciales al aire libre, donde las tiendas de mayores dimensiones estaban abiertas, en algunos casos haciendo caso omiso de las restricciones, y las tiendas pequeñas estaban cerradas, un absoluto despropósito…
¿Tienen cuantificado desde la asociación que preside el número aproximado de negocios del sector retail en Catalunya que han cerrado o lo harán como consecuencia de dichas restricciones?
Es difícil y doloroso hablar de estas cifras, y habría que analizarlo por sectores y por zonas, pero es evidente que hay negocios que han cerrado definitivamente por culpa de la situación, y otros que no sabemos cuánto tiempo van a poder resistir si no se toman las medidas de ayuda necesarias.
¿Qué medidas de ayuda reclama para minimizar el impacto en el sector?
Somos conscientes de la situación y entendemos que se decrete el cierre de los negocios por una razón sanitaria. Pero lo que no comprendemos es que no se nos ayude. La única ayuda real que hemos recibido han sido los ERTE. Es inaudito que en 2020 hayamos tenido que pagar los mismos impuestos que otros años, como si la actividad se hubiese podido realizar con normalidad, cuando hemos estado muchas semanas cerrados. Se necesitan ayudas directas a fondo perdido, sobre todo en los sectores más afectados. Una buena fórmula sería la condonación de una parte de los créditos ICO.
El comercio electrónico es una tendencia en auge y ustedes reivindican el comercio de proximidad. ¿Coexistirán ambos modelos?
El comercio físico no desaparecerá. Sin duda la venta online seguirá creciendo, pero serán canales que convivirán en el tiempo. Las tiendas físicas han de modernizarse y adaptarse a los nuevos tiempos, por supuesto. Pero hace falta una mayor regulación y control del canal online, porque actualmente se permite que algunos operadores actúen con impunidad sin cumplir con sus obligaciones, comerciales y tributarias, y esto supone una competencia desleal para el comercio físico.
Por último, pongamos el foco en el consumidor, en el ciudadano:
¿existe un factor de concienciación del mismo como condición necesaria para la pervivencia del modelo del pequeño comercio?
A pesar del aumento de las compras por Internet, creo que también se ha producido una mayor concienciación por parte de la gente del activo que supone el comercio físico para las ciudades y para la sociedad. La gente ha podido ver cómo serían las ciudades sin comercio, sin actividad comercial. A diario vemos personas que van a las tiendas de proximidad, a las tiendas de barrio, y manifiestan que prefieren comprar en las tiendas físicas de su entorno para apoyar al comercio local y poner su granito de arena para salir de esta crisis, cosa que es muy de agradecer.
La gestión ha sido muy mejorable por parte de todas las administraciones
¿Cómo se valora desde RetailCat la nueva Ley de las Áreas de Promoción Económica Urbana (APEU)?
De forma muy positiva. Llevamos muchos años hablando de esta cuestión y, por primera vez en el Estado, se ha conseguido aprobar una ley que da cobertura legal a esta forma de organización público-
privada que hace años que existe en otros países. Ahora hemos de ser capaces de hacerlo realidad y empezar a trabajar para crear las primeras APEU, pero sin duda, el futuro de muchos ejes comerciales pasa por esta fórmula.
¿Qué consideraciones le merece la gestión por parte de las distintas administraciones públicas en lo relativo a las normas y restricciones aplicadas al pequeño comercio en el contexto de la pandemia sanitaria?
Estamos bastante decepcionados por la gestión que se ha hecho de la situación. Se han tomado medidas precipitadas, no siempre de fácil interpretación, con poco margen de maniobra y, en algunos casos, inexplicables e incoherentes. Entendemos que es una situación muy complicada, pero la gestión ha sido, en general, muy mejorable por parte de todas las administraciones.
¿Y en lo que concierne a los centros comerciales?
Totalmente desconcertante. En algunos casos las medidas no se entienden, y menos como se han aplicado. Nos hemos encontrado con centros comerciales al aire libre, donde las tiendas de mayores dimensiones estaban abiertas, en algunos casos haciendo caso omiso de las restricciones, y las tiendas pequeñas estaban cerradas, un absoluto despropósito…
¿Tienen cuantificado desde la asociación que preside el número aproximado de negocios del sector retail en Catalunya que han cerrado o lo harán como consecuencia de dichas restricciones?
Es difícil y doloroso hablar de estas cifras, y habría que analizarlo por sectores y por zonas, pero es evidente que hay negocios que han cerrado definitivamente por culpa de la situación, y otros que no sabemos cuánto tiempo van a poder resistir si no se toman las medidas de ayuda necesarias.
¿Qué medidas de ayuda reclama para minimizar el impacto en el sector?
Somos conscientes de la situación y entendemos que se decrete el cierre de los negocios por una razón sanitaria. Pero lo que no comprendemos es que no se nos ayude. La única ayuda real que hemos recibido han sido los ERTE. Es inaudito que en 2020 hayamos tenido que pagar los mismos impuestos que otros años, como si la actividad se hubiese podido realizar con normalidad, cuando hemos estado muchas semanas cerrados. Se necesitan ayudas directas a fondo perdido, sobre todo en los sectores más afectados. Una buena fórmula sería la condonación de una parte de los créditos ICO.
El comercio electrónico es una tendencia en auge y ustedes reivindican el comercio de proximidad. ¿Coexistirán ambos modelos?
El comercio físico no desaparecerá. Sin duda la venta online seguirá creciendo, pero serán canales que convivirán en el tiempo. Las tiendas físicas han de modernizarse y adaptarse a los nuevos tiempos, por supuesto. Pero hace falta una mayor regulación y control del canal online, porque actualmente se permite que algunos operadores actúen con impunidad sin cumplir con sus obligaciones, comerciales y tributarias, y esto supone una competencia desleal para el comercio físico.
Por último, pongamos el foco en el consumidor, en el ciudadano:
¿existe un factor de concienciación del mismo como condición necesaria para la pervivencia del modelo del pequeño comercio?
A pesar del aumento de las compras por Internet, creo que también se ha producido una mayor concienciación por parte de la gente del activo que supone el comercio físico para las ciudades y para la sociedad. La gente ha podido ver cómo serían las ciudades sin comercio, sin actividad comercial. A diario vemos personas que van a las tiendas de proximidad, a las tiendas de barrio, y manifiestan que prefieren comprar en las tiendas físicas de su entorno para apoyar al comercio local y poner su granito de arena para salir de esta crisis, cosa que es muy de agradecer.
La gestión ha sido muy mejorable por parte de todas las administraciones
¿Cómo se valora desde RetailCat la nueva Ley de las Áreas de Promoción Económica Urbana (APEU)?
De forma muy positiva. Llevamos muchos años hablando de esta cuestión y, por primera vez en el Estado, se ha conseguido aprobar una ley que da cobertura legal a esta forma de organización público-
privada que hace años que existe en otros países. Ahora hemos de ser capaces de hacerlo realidad y empezar a trabajar para crear las primeras APEU, pero sin duda, el futuro de muchos ejes comerciales pasa por esta fórmula.
¿Qué consideraciones le merece la gestión por parte de las distintas administraciones públicas en lo relativo a las normas y restricciones aplicadas al pequeño comercio en el contexto de la pandemia sanitaria?
Estamos bastante decepcionados por la gestión que se ha hecho de la situación. Se han tomado medidas precipitadas, no siempre de fácil interpretación, con poco margen de maniobra y, en algunos casos, inexplicables e incoherentes. Entendemos que es una situación muy complicada, pero la gestión ha sido, en general, muy mejorable por parte de todas las administraciones.
¿Y en lo que concierne a los centros comerciales?
Totalmente desconcertante. En algunos casos las medidas no se entienden, y menos como se han aplicado. Nos hemos encontrado con centros comerciales al aire libre, donde las tiendas de mayores dimensiones estaban abiertas, en algunos casos haciendo caso omiso de las restricciones, y las tiendas pequeñas estaban cerradas, un absoluto despropósito…
¿Tienen cuantificado desde la asociación que preside el número aproximado de negocios del sector retail en Catalunya que han cerrado o lo harán como consecuencia de dichas restricciones?
Es difícil y doloroso hablar de estas cifras, y habría que analizarlo por sectores y por zonas, pero es evidente que hay negocios que han cerrado definitivamente por culpa de la situación, y otros que no sabemos cuánto tiempo van a poder resistir si no se toman las medidas de ayuda necesarias.
¿Qué medidas de ayuda reclama para minimizar el impacto en el sector?
Somos conscientes de la situación y entendemos que se decrete el cierre de los negocios por una razón sanitaria. Pero lo que no comprendemos es que no se nos ayude. La única ayuda real que hemos recibido han sido los ERTE. Es inaudito que en 2020 hayamos tenido que pagar los mismos impuestos que otros años, como si la actividad se hubiese podido realizar con normalidad, cuando hemos estado muchas semanas cerrados. Se necesitan ayudas directas a fondo perdido, sobre todo en los sectores más afectados. Una buena fórmula sería la condonación de una parte de los créditos ICO.
El comercio electrónico es una tendencia en auge y ustedes reivindican el comercio de proximidad. ¿Coexistirán ambos modelos?
El comercio físico no desaparecerá. Sin duda la venta online seguirá creciendo, pero serán canales que convivirán en el tiempo. Las tiendas físicas han de modernizarse y adaptarse a los nuevos tiempos, por supuesto. Pero hace falta una mayor regulación y control del canal online, porque actualmente se permite que algunos operadores actúen con impunidad sin cumplir con sus obligaciones, comerciales y tributarias, y esto supone una competencia desleal para el comercio físico.
Por último, pongamos el foco en el consumidor, en el ciudadano:
¿existe un factor de concienciación del mismo como condición necesaria para la pervivencia del modelo del pequeño comercio?
A pesar del aumento de las compras por Internet, creo que también se ha producido una mayor concienciación por parte de la gente del activo que supone el comercio físico para las ciudades y para la sociedad. La gente ha podido ver cómo serían las ciudades sin comercio, sin actividad comercial. A diario vemos personas que van a las tiendas de proximidad, a las tiendas de barrio, y manifiestan que prefieren comprar en las tiendas físicas de su entorno para apoyar al comercio local y poner su granito de arena para salir de esta crisis, cosa que es muy de agradecer.