“El apoyo a la economía productiva mejora los recursos públicos”
¿Puede valorar de forma sucinta el plan presupuestario del Gobierno para el año 2019?
Su orientación hacia el impulso de la economía y el refuerzo de la protección social es correcta, aunque aparece el problema de un diseño del gasto público sin certeza en la evolución de los ingresos públicos. Hay que incidir en el papel y en el diseño del sistema fiscal y también en el efecto sobre el mismo de la evolución económica; y respecto de ésta, tener presente la posición de España en la economía internacional.
El CES ha expresado que la recuperación social en España avanza de forma más lenta que la económica. ¿El proyecto de presupuestos contribuye a mitigar este asincronismo?
El impulso por las políticas públicas de la recuperación social depende, por un lado, de que impulsen una economía productiva y competitiva, el terreno de la I+D+i y la educación. Por otro lado, estarían las políticas sociales: políticas activas de empleo, cobertura del desempleo, dependencia y pensiones. No son terrenos incomunicados: el apoyo a la economía productiva mejora los recursos públicos, y éstos favorecen, además de la cohesión social, la eficiencia económica, porque mejoran el capital humano y refuerzan la demanda interna. Y tan importante como el volumen del gasto público, es que éste se gestione de forma eficiente. Es el terreno de la calidad institucional, que incluye la cooperación institucional. Por eso es importante valorar -junto a la dotación presupuestaria- lo que podríamos llamar la gobernanza del gasto público.
¿Cómo ve la economía del país en un medio plazo modelado por el Brexit, las fluctuaciones significativas en los precios del petróleo, la intensificación de la guerra comercial internacional y el incremento de los tipos de interés en las principales áreas económicas?
Estamos hablando de lo que solíamos denominar factores exógenos, que cada vez lo son menos. Se trata de factores propios de una economía global, y sus problemas son en gran medida de carencias en su gobernanza global, en concreto de gobernanza en la Unión Europea. En todo caso, el impacto de los precios del petróleo recuerda nuestro grave problema de dependencia energética.
La Unión Europea se muestra incapaz de dar una respuesta unitaria al fenómeno migratorio; las soluciones unilaterales y locales devienen un parche ante la envergadura del reto. ¿Cómo hay que afrontar la gestión de la inmigración?
La gestión de las migraciones requiere partir de que estas son inevitables y en gran medida necesarias, si pensamos simplemente en la demografía europea. La necesidad de una gestión compartida de las migraciones en la UE es obvia, y la prueba de que es difícil la tenemos en que, incluso dentro de los Estados, también hay tensiones regionales respecto de la acogida de los inmigrantes. En cualquier caso, es básico reconocer a África como un interlocutor político de la Unión.
¿Es realista plantear un esquema de vaso comunicante entre los flujos migratorios exteriores y la viabilidad de los sistemas de pensiones en un contexto como el europeo caracterizado por el envejecimiento poblacional?
El incremento de la población activa derivado de las migraciones refuerza la base contributiva de los sistemas de protección social. Pero al igual que no cabe la consolidación de los sistemas de pensiones europeos sin las migraciones, ésta no puede depender solo de ellas. Es obligado pensar en reformas de las pensiones que valoren las nuevas condiciones de los mercados de trabajo y en el ensanchamiento de la población ocupada por una mayor incorporación de las mujeres al mercado de trabajo; y esto último requiere igualdad retributiva y medidas de conciliación.
El activismo y la concienciación en pos de la defensa de los derechos de la mujer y su equiparación con el hombre son signos de nuestra época. ¿Hay en España, desde un punto de vista laboral, avances tangibles en materia de equidad de género?
Los avances en materia de igualdad de género requieren asumir que esta igualdad, además de un derecho de ciudadanía sin cuya efectividad se incrementa el descrédito institucional, es un factor de eficiencia económica. Acabamos de hablar de la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo como factor decisivo para incrementar el capital humano de la economía. A ello habría que añadir la mejora de este capital humano por un aprovechamiento racional de la inversión formativa que supone la mejora de los niveles educativos de las mujeres. En general, para avanzar en la igualdad conviene tener muy presentes los riesgos que pueden derivarse de una brecha digital que incida especialmente en las mujeres.
“El apoyo a la economía productiva mejora los recursos públicos”
¿Puede valorar de forma sucinta el plan presupuestario del Gobierno para el año 2019?
Su orientación hacia el impulso de la economía y el refuerzo de la protección social es correcta, aunque aparece el problema de un diseño del gasto público sin certeza en la evolución de los ingresos públicos. Hay que incidir en el papel y en el diseño del sistema fiscal y también en el efecto sobre el mismo de la evolución económica; y respecto de ésta, tener presente la posición de España en la economía internacional.
El CES ha expresado que la recuperación social en España avanza de forma más lenta que la económica. ¿El proyecto de presupuestos contribuye a mitigar este asincronismo?
El impulso por las políticas públicas de la recuperación social depende, por un lado, de que impulsen una economía productiva y competitiva, el terreno de la I+D+i y la educación. Por otro lado, estarían las políticas sociales: políticas activas de empleo, cobertura del desempleo, dependencia y pensiones. No son terrenos incomunicados: el apoyo a la economía productiva mejora los recursos públicos, y éstos favorecen, además de la cohesión social, la eficiencia económica, porque mejoran el capital humano y refuerzan la demanda interna. Y tan importante como el volumen del gasto público, es que éste se gestione de forma eficiente. Es el terreno de la calidad institucional, que incluye la cooperación institucional. Por eso es importante valorar -junto a la dotación presupuestaria- lo que podríamos llamar la gobernanza del gasto público.
¿Cómo ve la economía del país en un medio plazo modelado por el Brexit, las fluctuaciones significativas en los precios del petróleo, la intensificación de la guerra comercial internacional y el incremento de los tipos de interés en las principales áreas económicas?
Estamos hablando de lo que solíamos denominar factores exógenos, que cada vez lo son menos. Se trata de factores propios de una economía global, y sus problemas son en gran medida de carencias en su gobernanza global, en concreto de gobernanza en la Unión Europea. En todo caso, el impacto de los precios del petróleo recuerda nuestro grave problema de dependencia energética.
La Unión Europea se muestra incapaz de dar una respuesta unitaria al fenómeno migratorio; las soluciones unilaterales y locales devienen un parche ante la envergadura del reto. ¿Cómo hay que afrontar la gestión de la inmigración?
La gestión de las migraciones requiere partir de que estas son inevitables y en gran medida necesarias, si pensamos simplemente en la demografía europea. La necesidad de una gestión compartida de las migraciones en la UE es obvia, y la prueba de que es difícil la tenemos en que, incluso dentro de los Estados, también hay tensiones regionales respecto de la acogida de los inmigrantes. En cualquier caso, es básico reconocer a África como un interlocutor político de la Unión.
¿Es realista plantear un esquema de vaso comunicante entre los flujos migratorios exteriores y la viabilidad de los sistemas de pensiones en un contexto como el europeo caracterizado por el envejecimiento poblacional?
El incremento de la población activa derivado de las migraciones refuerza la base contributiva de los sistemas de protección social. Pero al igual que no cabe la consolidación de los sistemas de pensiones europeos sin las migraciones, ésta no puede depender solo de ellas. Es obligado pensar en reformas de las pensiones que valoren las nuevas condiciones de los mercados de trabajo y en el ensanchamiento de la población ocupada por una mayor incorporación de las mujeres al mercado de trabajo; y esto último requiere igualdad retributiva y medidas de conciliación.
El activismo y la concienciación en pos de la defensa de los derechos de la mujer y su equiparación con el hombre son signos de nuestra época. ¿Hay en España, desde un punto de vista laboral, avances tangibles en materia de equidad de género?
Los avances en materia de igualdad de género requieren asumir que esta igualdad, además de un derecho de ciudadanía sin cuya efectividad se incrementa el descrédito institucional, es un factor de eficiencia económica. Acabamos de hablar de la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo como factor decisivo para incrementar el capital humano de la economía. A ello habría que añadir la mejora de este capital humano por un aprovechamiento racional de la inversión formativa que supone la mejora de los niveles educativos de las mujeres. En general, para avanzar en la igualdad conviene tener muy presentes los riesgos que pueden derivarse de una brecha digital que incida especialmente en las mujeres.
“El apoyo a la economía productiva mejora los recursos públicos”
¿Puede valorar de forma sucinta el plan presupuestario del Gobierno para el año 2019?
Su orientación hacia el impulso de la economía y el refuerzo de la protección social es correcta, aunque aparece el problema de un diseño del gasto público sin certeza en la evolución de los ingresos públicos. Hay que incidir en el papel y en el diseño del sistema fiscal y también en el efecto sobre el mismo de la evolución económica; y respecto de ésta, tener presente la posición de España en la economía internacional.
El CES ha expresado que la recuperación social en España avanza de forma más lenta que la económica. ¿El proyecto de presupuestos contribuye a mitigar este asincronismo?
El impulso por las políticas públicas de la recuperación social depende, por un lado, de que impulsen una economía productiva y competitiva, el terreno de la I+D+i y la educación. Por otro lado, estarían las políticas sociales: políticas activas de empleo, cobertura del desempleo, dependencia y pensiones. No son terrenos incomunicados: el apoyo a la economía productiva mejora los recursos públicos, y éstos favorecen, además de la cohesión social, la eficiencia económica, porque mejoran el capital humano y refuerzan la demanda interna. Y tan importante como el volumen del gasto público, es que éste se gestione de forma eficiente. Es el terreno de la calidad institucional, que incluye la cooperación institucional. Por eso es importante valorar -junto a la dotación presupuestaria- lo que podríamos llamar la gobernanza del gasto público.
¿Cómo ve la economía del país en un medio plazo modelado por el Brexit, las fluctuaciones significativas en los precios del petróleo, la intensificación de la guerra comercial internacional y el incremento de los tipos de interés en las principales áreas económicas?
Estamos hablando de lo que solíamos denominar factores exógenos, que cada vez lo son menos. Se trata de factores propios de una economía global, y sus problemas son en gran medida de carencias en su gobernanza global, en concreto de gobernanza en la Unión Europea. En todo caso, el impacto de los precios del petróleo recuerda nuestro grave problema de dependencia energética.
La Unión Europea se muestra incapaz de dar una respuesta unitaria al fenómeno migratorio; las soluciones unilaterales y locales devienen un parche ante la envergadura del reto. ¿Cómo hay que afrontar la gestión de la inmigración?
La gestión de las migraciones requiere partir de que estas son inevitables y en gran medida necesarias, si pensamos simplemente en la demografía europea. La necesidad de una gestión compartida de las migraciones en la UE es obvia, y la prueba de que es difícil la tenemos en que, incluso dentro de los Estados, también hay tensiones regionales respecto de la acogida de los inmigrantes. En cualquier caso, es básico reconocer a África como un interlocutor político de la Unión.
¿Es realista plantear un esquema de vaso comunicante entre los flujos migratorios exteriores y la viabilidad de los sistemas de pensiones en un contexto como el europeo caracterizado por el envejecimiento poblacional?
El incremento de la población activa derivado de las migraciones refuerza la base contributiva de los sistemas de protección social. Pero al igual que no cabe la consolidación de los sistemas de pensiones europeos sin las migraciones, ésta no puede depender solo de ellas. Es obligado pensar en reformas de las pensiones que valoren las nuevas condiciones de los mercados de trabajo y en el ensanchamiento de la población ocupada por una mayor incorporación de las mujeres al mercado de trabajo; y esto último requiere igualdad retributiva y medidas de conciliación.
El activismo y la concienciación en pos de la defensa de los derechos de la mujer y su equiparación con el hombre son signos de nuestra época. ¿Hay en España, desde un punto de vista laboral, avances tangibles en materia de equidad de género?
Los avances en materia de igualdad de género requieren asumir que esta igualdad, además de un derecho de ciudadanía sin cuya efectividad se incrementa el descrédito institucional, es un factor de eficiencia económica. Acabamos de hablar de la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo como factor decisivo para incrementar el capital humano de la economía. A ello habría que añadir la mejora de este capital humano por un aprovechamiento racional de la inversión formativa que supone la mejora de los niveles educativos de las mujeres. En general, para avanzar en la igualdad conviene tener muy presentes los riesgos que pueden derivarse de una brecha digital que incida especialmente en las mujeres.