CHRISTOPHER DOTTIE
Presidente de la British Chamber of Commerce in Spain
“Creemos que las empresas españolas desinvertirán más en Reino Unido que las británicas aquí”
“No hay que poner trabas al comercio ni a la movilidad de personas y bienes”
La primera ministra británica, Theresa May, sitúa el inicio de la desconexión de Reino Unido en marzo de 2017. ¿Es un proceso irreversible?
Desafortunadamente parece que sí y que la salida del espacio común europeo es irremediable. Esperamos que las consecuencias del proceso minimicen cualquier efecto negativo.
Creemos que no se deben poner trabas al comercio ni a la movilidad de las personas y bienes y que ningún proceso de separación se puede hacer de manera unilateral. Tanto la Unión Europea como Reino Unido deben escuchar a todos los interlocutores y tener en cuenta sus recomendaciones.
El dilema va a ser Brexit duro o Brexit blando. ¿Qué planteamiento defiende la Cámara a partir de ahora?
Apostamos porque la salida no dificulte las relaciones ni el comercio entre Reino Unido y el resto de la UE, especialmente con España. Los lazos que nos unen son muy fuertes y no queremos que la relación comercial y económica entre ambos países se debilite por el planteamiento de unas negociaciones duras. Reino Unido no debe renunciar a un mercado en el que viven más de 500 millones de personas; ni Europa puede dar la espalda a las islas, en donde, por ejemplo, varias empresas españolas están asentadas y con enormes planes de expansión.
¿Cuáles son los principales temores que le llegan de empresas españolas con inversiones en Reino Unido?
Las negociaciones para la salida de la UE no deben traducirse en mayores barreras arancelarias para los bienes y servicios. Las empresas de ambos países nos han comentado que es esencial que las homologaciones y certificados que les sirven para operar tanto en España como en Reino Unido se mantengan y quieren evitar que la nueva situación provoque barreras administrativas o jurídicas. Es esencial promover los flujos de talento entre ambos países para que las empresas tengan acceso al talento y las habilidades necesarias para su negocio.
¿El Brexit afectará más a la inversión española en Reino Unido o a la británica en España?
Creemos que las empresas españolas desinvertirán en mayor medida que las británicas aquí. Las españolas tendrán que adaptarse a un nuevo escenario en Reino Unido, del que todavía no tenemos ningún indicio de cómo será. El principal problema que se encontrarán serán las nuevas regulaciones laborales para la contratación de extranjeros.
¿Qué papel desarrollará la organización que preside ante el nuevo horizonte?
Estamos haciendo llegar a las instituciones relevantes y que tienen poder de decisión nuestras inquietudes y sugerencias para exponerles cómo minimizar los efectos negativos de la salida de Reino Unido. Ya manifestamos antes de la votación los deseos de que la relación se mantuviera como hasta entonces y vamos a intentar que la salida sea lo menos perjudicial para los intereses europeos, británicos y españoles.
¿El debate sobre la estructuración territorial en España y el largo periodo de Gobierno en funciones ha condicionado la evolución de las inversiones británicas directas en el país?
Las empresas reclaman una misma unidad de mercado en todo el país. Creen que si quieren operar a nivel nacional, deben adaptarse a 17 diferentes mercados regulatorios, lo que limita la implantación de cualquier empresa en todo el país. Confiamos en que una vez finalizada la incertidumbre el nuevo Gobierno seguirá apoyando la inversión británica en España.
En su primer año al frente de la Cámara deberá lidiar con una situación que parecía poco plausible antes de su elección. ¿Cuáles son los objetivos de su mandato en dicho contexto?
Queremos continuar siendo el principal foro de reunión y debate de las empresas británicas en España y tender puentes, como hemos hecho durante más de 100 años. En este momento de incertidumbre seguiremos trabajando para informar y representar los intereses bilaterales de nuestros socios. Hemos desarrollado un plan estratégico para continuar con la línea de actuación de la British Chamber y mantener la posición privilegiada y la relevancia que tiene ante las instituciones españolas. Para mí es un reto apasionante presidir una organización centenaria como esta y deseo mejorarla, junto con el apoyo de la Junta de Gobierno y los socios.
CHRISTOPHER DOTTIE
Presidente de la British Chamber of Commerce in Spain
“Creemos que las empresas españolas desinvertirán más en Reino Unido que las británicas aquí”
“No hay que poner trabas al comercio ni a la movilidad de personas y bienes”
La primera ministra británica, Theresa May, sitúa el inicio de la desconexión de Reino Unido en marzo de 2017. ¿Es un proceso irreversible?
Desafortunadamente parece que sí y que la salida del espacio común europeo es irremediable. Esperamos que las consecuencias del proceso minimicen cualquier efecto negativo.
Creemos que no se deben poner trabas al comercio ni a la movilidad de las personas y bienes y que ningún proceso de separación se puede hacer de manera unilateral. Tanto la Unión Europea como Reino Unido deben escuchar a todos los interlocutores y tener en cuenta sus recomendaciones.
El dilema va a ser Brexit duro o Brexit blando. ¿Qué planteamiento defiende la Cámara a partir de ahora?
Apostamos porque la salida no dificulte las relaciones ni el comercio entre Reino Unido y el resto de la UE, especialmente con España. Los lazos que nos unen son muy fuertes y no queremos que la relación comercial y económica entre ambos países se debilite por el planteamiento de unas negociaciones duras. Reino Unido no debe renunciar a un mercado en el que viven más de 500 millones de personas; ni Europa puede dar la espalda a las islas, en donde, por ejemplo, varias empresas españolas están asentadas y con enormes planes de expansión.
¿Cuáles son los principales temores que le llegan de empresas españolas con inversiones en Reino Unido?
Las negociaciones para la salida de la UE no deben traducirse en mayores barreras arancelarias para los bienes y servicios. Las empresas de ambos países nos han comentado que es esencial que las homologaciones y certificados que les sirven para operar tanto en España como en Reino Unido se mantengan y quieren evitar que la nueva situación provoque barreras administrativas o jurídicas. Es esencial promover los flujos de talento entre ambos países para que las empresas tengan acceso al talento y las habilidades necesarias para su negocio.
¿El Brexit afectará más a la inversión española en Reino Unido o a la británica en España?
Creemos que las empresas españolas desinvertirán en mayor medida que las británicas aquí. Las españolas tendrán que adaptarse a un nuevo escenario en Reino Unido, del que todavía no tenemos ningún indicio de cómo será. El principal problema que se encontrarán serán las nuevas regulaciones laborales para la contratación de extranjeros.
¿Qué papel desarrollará la organización que preside ante el nuevo horizonte?
Estamos haciendo llegar a las instituciones relevantes y que tienen poder de decisión nuestras inquietudes y sugerencias para exponerles cómo minimizar los efectos negativos de la salida de Reino Unido. Ya manifestamos antes de la votación los deseos de que la relación se mantuviera como hasta entonces y vamos a intentar que la salida sea lo menos perjudicial para los intereses europeos, británicos y españoles.
¿El debate sobre la estructuración territorial en España y el largo periodo de Gobierno en funciones ha condicionado la evolución de las inversiones británicas directas en el país?
Las empresas reclaman una misma unidad de mercado en todo el país. Creen que si quieren operar a nivel nacional, deben adaptarse a 17 diferentes mercados regulatorios, lo que limita la implantación de cualquier empresa en todo el país. Confiamos en que una vez finalizada la incertidumbre el nuevo Gobierno seguirá apoyando la inversión británica en España.
En su primer año al frente de la Cámara deberá lidiar con una situación que parecía poco plausible antes de su elección. ¿Cuáles son los objetivos de su mandato en dicho contexto?
Queremos continuar siendo el principal foro de reunión y debate de las empresas británicas en España y tender puentes, como hemos hecho durante más de 100 años. En este momento de incertidumbre seguiremos trabajando para informar y representar los intereses bilaterales de nuestros socios. Hemos desarrollado un plan estratégico para continuar con la línea de actuación de la British Chamber y mantener la posición privilegiada y la relevancia que tiene ante las instituciones españolas. Para mí es un reto apasionante presidir una organización centenaria como esta y deseo mejorarla, junto con el apoyo de la Junta de Gobierno y los socios.
CHRISTOPHER DOTTIE
Presidente de la British Chamber of Commerce in Spain
“Creemos que las empresas españolas desinvertirán más en Reino Unido que las británicas aquí”
“No hay que poner trabas al comercio ni a la movilidad de personas y bienes”
La primera ministra británica, Theresa May, sitúa el inicio de la desconexión de Reino Unido en marzo de 2017. ¿Es un proceso irreversible?
Desafortunadamente parece que sí y que la salida del espacio común europeo es irremediable. Esperamos que las consecuencias del proceso minimicen cualquier efecto negativo.
Creemos que no se deben poner trabas al comercio ni a la movilidad de las personas y bienes y que ningún proceso de separación se puede hacer de manera unilateral. Tanto la Unión Europea como Reino Unido deben escuchar a todos los interlocutores y tener en cuenta sus recomendaciones.
El dilema va a ser Brexit duro o Brexit blando. ¿Qué planteamiento defiende la Cámara a partir de ahora?
Apostamos porque la salida no dificulte las relaciones ni el comercio entre Reino Unido y el resto de la UE, especialmente con España. Los lazos que nos unen son muy fuertes y no queremos que la relación comercial y económica entre ambos países se debilite por el planteamiento de unas negociaciones duras. Reino Unido no debe renunciar a un mercado en el que viven más de 500 millones de personas; ni Europa puede dar la espalda a las islas, en donde, por ejemplo, varias empresas españolas están asentadas y con enormes planes de expansión.
¿Cuáles son los principales temores que le llegan de empresas españolas con inversiones en Reino Unido?
Las negociaciones para la salida de la UE no deben traducirse en mayores barreras arancelarias para los bienes y servicios. Las empresas de ambos países nos han comentado que es esencial que las homologaciones y certificados que les sirven para operar tanto en España como en Reino Unido se mantengan y quieren evitar que la nueva situación provoque barreras administrativas o jurídicas. Es esencial promover los flujos de talento entre ambos países para que las empresas tengan acceso al talento y las habilidades necesarias para su negocio.
¿El Brexit afectará más a la inversión española en Reino Unido o a la británica en España?
Creemos que las empresas españolas desinvertirán en mayor medida que las británicas aquí. Las españolas tendrán que adaptarse a un nuevo escenario en Reino Unido, del que todavía no tenemos ningún indicio de cómo será. El principal problema que se encontrarán serán las nuevas regulaciones laborales para la contratación de extranjeros.
¿Qué papel desarrollará la organización que preside ante el nuevo horizonte?
Estamos haciendo llegar a las instituciones relevantes y que tienen poder de decisión nuestras inquietudes y sugerencias para exponerles cómo minimizar los efectos negativos de la salida de Reino Unido. Ya manifestamos antes de la votación los deseos de que la relación se mantuviera como hasta entonces y vamos a intentar que la salida sea lo menos perjudicial para los intereses europeos, británicos y españoles.
¿El debate sobre la estructuración territorial en España y el largo periodo de Gobierno en funciones ha condicionado la evolución de las inversiones británicas directas en el país?
Las empresas reclaman una misma unidad de mercado en todo el país. Creen que si quieren operar a nivel nacional, deben adaptarse a 17 diferentes mercados regulatorios, lo que limita la implantación de cualquier empresa en todo el país. Confiamos en que una vez finalizada la incertidumbre el nuevo Gobierno seguirá apoyando la inversión británica en España.
En su primer año al frente de la Cámara deberá lidiar con una situación que parecía poco plausible antes de su elección. ¿Cuáles son los objetivos de su mandato en dicho contexto?
Queremos continuar siendo el principal foro de reunión y debate de las empresas británicas en España y tender puentes, como hemos hecho durante más de 100 años. En este momento de incertidumbre seguiremos trabajando para informar y representar los intereses bilaterales de nuestros socios. Hemos desarrollado un plan estratégico para continuar con la línea de actuación de la British Chamber y mantener la posición privilegiada y la relevancia que tiene ante las instituciones españolas. Para mí es un reto apasionante presidir una organización centenaria como esta y deseo mejorarla, junto con el apoyo de la Junta de Gobierno y los socios.