Según el último informe de la OCDE sobre España, esta proporción de empleados es la más baja de todos los países desarrollados y muy por debajo de la media de la UE. España «se caracteriza por contar con una elevada proporción de trabajadores temporales: un 25,7% en 2015», indica el documento. Algo que no ha ido mejor en 2016, cuando la temporalidad repuntó al 26,5%. También se refiere a la ineficiencia de las políticas de empleo aplicadas desde 2012 para fomentar la contratación indefinida. Los trabajadores que pasaron a indefinidos en sus empresas son una pequeña cantidad respecto al volumen total de temporales. En 2016, solo 582.000 empleados tuvieron esta oportunidad, según las cifras del SEPE. Solo suponen el 3,18% del total de contratos temporales que se realizaron en el ejercicio. En 2015, el porcentaje era aún más bajo del 2,79%.
FUENTE: SINTESIS DIARIA
Según el último informe de la OCDE sobre España, esta proporción de empleados es la más baja de todos los países desarrollados y muy por debajo de la media de la UE. España «se caracteriza por contar con una elevada proporción de trabajadores temporales: un 25,7% en 2015», indica el documento. Algo que no ha ido mejor en 2016, cuando la temporalidad repuntó al 26,5%. También se refiere a la ineficiencia de las políticas de empleo aplicadas desde 2012 para fomentar la contratación indefinida. Los trabajadores que pasaron a indefinidos en sus empresas son una pequeña cantidad respecto al volumen total de temporales. En 2016, solo 582.000 empleados tuvieron esta oportunidad, según las cifras del SEPE. Solo suponen el 3,18% del total de contratos temporales que se realizaron en el ejercicio. En 2015, el porcentaje era aún más bajo del 2,79%.
FUENTE: SINTESIS DIARIA
Según el último informe de la OCDE sobre España, esta proporción de empleados es la más baja de todos los países desarrollados y muy por debajo de la media de la UE. España «se caracteriza por contar con una elevada proporción de trabajadores temporales: un 25,7% en 2015», indica el documento. Algo que no ha ido mejor en 2016, cuando la temporalidad repuntó al 26,5%. También se refiere a la ineficiencia de las políticas de empleo aplicadas desde 2012 para fomentar la contratación indefinida. Los trabajadores que pasaron a indefinidos en sus empresas son una pequeña cantidad respecto al volumen total de temporales. En 2016, solo 582.000 empleados tuvieron esta oportunidad, según las cifras del SEPE. Solo suponen el 3,18% del total de contratos temporales que se realizaron en el ejercicio. En 2015, el porcentaje era aún más bajo del 2,79%.
FUENTE: SINTESIS DIARIA