El biotecnológico es el sector más intensivo en contratación de investigadores en España
¿Qué rasgos distintivos configuran el sector biotecnológico en España?
El sector comparte los rasgos que caracterizan a cualquier tecnología profunda o deep tech. Es una industria que desarrolla innovaciones disruptivas intensivas en ciencia para dar respuesta a desafíos globales y que se caracteriza por la dificultad y coste, ya que puede tardar años en llegar al mercado y suele requerir grandes cantidades de inversión y un alto riesgo. España cuenta con 900 compañías que se dedican exclusivamente a la biotecnología, en su mayoría pequeñas empresas y start-ups que han nacido mayoritariamente a partir de un proyecto de investigación de una universidad, un centro de investigación o un hospital. Esto convierte al sector biotecnológico de nuestro país en el más intensivo en contratación de investigadores.
¿Cómo garantizar la financiación de unos proyectos en los que los resultados de la investigación suelen darse en el largo plazo y donde hay que sufragar costosos ensayos clínicos para su validación?
Precisamente esas características vinculadas a los largos ciclos de maduración de las innovaciones biotecnológicas, al riesgo y alto esfuerzo inversor hacen que el acceso a la financiación sea uno de los grandes retos del sector. En el caso de España vemos que las compañías biotecnológicas aportan gran valor añadido en las primeras fases de la investigación clínica y sin embargo tienen grandes problemas para crecer por las dificultades para acceder a financiación e impulsar sus ensayos clínicos para que lleguen al mercado. Necesitamos modernizar nuestro sistema de I+D para poder acompañar el ritmo y naturaleza de las innovaciones profundas como las que protagoniza la biotecnología. En AseBio acabamos de lanzar la iniciativa “Vida a la biotecnología” donde hacemos seis grandes propuestas para conseguir que el sector biotecnológico en España pueda desplegar todo su potencial.
¿Existen en España dinámicas de inversión adecuadas para atender esta exigencia de capital?
Desde mediados de los 2000 la situación ha mejorado mucho. Hemos pasado de contar con un fondo que invertía en biotecnología y ahora se han sumado muchos más (Ysios Capital Partners, Aliath Bioventures, Asabys Partners, Invivo Partners, Caixa Capital Risc, Inveready, CRB Inverbio, Columbus, entre otros) y hemos sido testigos, en 2020 y 2021, de un crecimiento en la atracción de inversión privada por parte de la biotecnología española sin precedentes. Pero desde la Administración Pública tiene que haber una apuesta decidida por sectores tan estratégicos como el biotecnológico con instrumentos específicos a través de todo el ciclo de vida de estas innovaciones ya que, por su propia naturaleza, estas empresas requieren de fuertes inversiones que no es posible afrontar solo con inversión privada en España.
¿Cuál es el posicionamiento del sector en la captación de recursos procedentes de fondos de capital riesgo internacionales especializados?
Vemos que cada vez más el entorno internacional se interesa por la biotecnología española. En 2022 las operaciones con participación de inversores internacionales alcanzaron casi los 100 millones de euros y además estos inversores participaron en las operaciones de mayor volumen. Esto demuestra el interés que despiertan las investigaciones y desarrollos de nuestras empresas. Consideramos positiva la llegada de fondos internacionales no solo porque es un mayor impulso para nuestras empresas sino porque también acompañan al capital riesgo nacional.
¿Puede valorar el apoyo público en el país en términos de financiación y en lo concerniente a la creación de un entorno legal y normativo favorable?
El sector necesita que la regulación y la normativa se adecúen no solo a su ritmo sino a sus características únicas. Hemos aplaudido nuevas leyes recientes como la de empresas emergentes que para sectores como el biotecnológico eleva los años desde su creación a los siete años para poder acogerse a los beneficios de la ley. Esta ha sido una propuesta de AseBio, toda vez que el sector biotecnológico tiene unos ciclos de maduración más dilatados en el tiempo comparado con otros. También es clave crear mecanismos adicionales como sandbox o entornos de prueba para acelerar la llegada de tratamientos biotecnológicos de alto impacto para la salud que prioricen su disponibilidad de manera rápida y sostenible.
¿Hay suficientes perfiles STEM en España para nutrir a las empresas? ¿El sistema educativo está enfocado a satisfacer esta demanda profesional?
La industria biotecnológica está creciendo y cambiando con rapidez. Hay más de mil terapias celulares y génicas en la fase clínica de desarrollo. El Big Data y las tecnologías de edición génica como CRISPR, además de las posibilidades que está abriendo el ARN mensajero, están revolucionando el desarrollo de soluciones biotecnológicas. Esto hace que las necesidades formativas de las compañías a veces estén por delante de lo que ofrece la academia. Apostamos por fortalecer los vínculos entre universidad, formación profesional y empresa.
El biotecnológico es el sector más intensivo en contratación de investigadores en España
¿Qué rasgos distintivos configuran el sector biotecnológico en España?
El sector comparte los rasgos que caracterizan a cualquier tecnología profunda o deep tech. Es una industria que desarrolla innovaciones disruptivas intensivas en ciencia para dar respuesta a desafíos globales y que se caracteriza por la dificultad y coste, ya que puede tardar años en llegar al mercado y suele requerir grandes cantidades de inversión y un alto riesgo. España cuenta con 900 compañías que se dedican exclusivamente a la biotecnología, en su mayoría pequeñas empresas y start-ups que han nacido mayoritariamente a partir de un proyecto de investigación de una universidad, un centro de investigación o un hospital. Esto convierte al sector biotecnológico de nuestro país en el más intensivo en contratación de investigadores.
¿Cómo garantizar la financiación de unos proyectos en los que los resultados de la investigación suelen darse en el largo plazo y donde hay que sufragar costosos ensayos clínicos para su validación?
Precisamente esas características vinculadas a los largos ciclos de maduración de las innovaciones biotecnológicas, al riesgo y alto esfuerzo inversor hacen que el acceso a la financiación sea uno de los grandes retos del sector. En el caso de España vemos que las compañías biotecnológicas aportan gran valor añadido en las primeras fases de la investigación clínica y sin embargo tienen grandes problemas para crecer por las dificultades para acceder a financiación e impulsar sus ensayos clínicos para que lleguen al mercado. Necesitamos modernizar nuestro sistema de I+D para poder acompañar el ritmo y naturaleza de las innovaciones profundas como las que protagoniza la biotecnología. En AseBio acabamos de lanzar la iniciativa “Vida a la biotecnología” donde hacemos seis grandes propuestas para conseguir que el sector biotecnológico en España pueda desplegar todo su potencial.
¿Existen en España dinámicas de inversión adecuadas para atender esta exigencia de capital?
Desde mediados de los 2000 la situación ha mejorado mucho. Hemos pasado de contar con un fondo que invertía en biotecnología y ahora se han sumado muchos más (Ysios Capital Partners, Aliath Bioventures, Asabys Partners, Invivo Partners, Caixa Capital Risc, Inveready, CRB Inverbio, Columbus, entre otros) y hemos sido testigos, en 2020 y 2021, de un crecimiento en la atracción de inversión privada por parte de la biotecnología española sin precedentes. Pero desde la Administración Pública tiene que haber una apuesta decidida por sectores tan estratégicos como el biotecnológico con instrumentos específicos a través de todo el ciclo de vida de estas innovaciones ya que, por su propia naturaleza, estas empresas requieren de fuertes inversiones que no es posible afrontar solo con inversión privada en España.
¿Cuál es el posicionamiento del sector en la captación de recursos procedentes de fondos de capital riesgo internacionales especializados?
Vemos que cada vez más el entorno internacional se interesa por la biotecnología española. En 2022 las operaciones con participación de inversores internacionales alcanzaron casi los 100 millones de euros y además estos inversores participaron en las operaciones de mayor volumen. Esto demuestra el interés que despiertan las investigaciones y desarrollos de nuestras empresas. Consideramos positiva la llegada de fondos internacionales no solo porque es un mayor impulso para nuestras empresas sino porque también acompañan al capital riesgo nacional.
¿Puede valorar el apoyo público en el país en términos de financiación y en lo concerniente a la creación de un entorno legal y normativo favorable?
El sector necesita que la regulación y la normativa se adecúen no solo a su ritmo sino a sus características únicas. Hemos aplaudido nuevas leyes recientes como la de empresas emergentes que para sectores como el biotecnológico eleva los años desde su creación a los siete años para poder acogerse a los beneficios de la ley. Esta ha sido una propuesta de AseBio, toda vez que el sector biotecnológico tiene unos ciclos de maduración más dilatados en el tiempo comparado con otros. También es clave crear mecanismos adicionales como sandbox o entornos de prueba para acelerar la llegada de tratamientos biotecnológicos de alto impacto para la salud que prioricen su disponibilidad de manera rápida y sostenible.
¿Hay suficientes perfiles STEM en España para nutrir a las empresas? ¿El sistema educativo está enfocado a satisfacer esta demanda profesional?
La industria biotecnológica está creciendo y cambiando con rapidez. Hay más de mil terapias celulares y génicas en la fase clínica de desarrollo. El Big Data y las tecnologías de edición génica como CRISPR, además de las posibilidades que está abriendo el ARN mensajero, están revolucionando el desarrollo de soluciones biotecnológicas. Esto hace que las necesidades formativas de las compañías a veces estén por delante de lo que ofrece la academia. Apostamos por fortalecer los vínculos entre universidad, formación profesional y empresa.
El biotecnológico es el sector más intensivo en contratación de investigadores en España
¿Qué rasgos distintivos configuran el sector biotecnológico en España?
El sector comparte los rasgos que caracterizan a cualquier tecnología profunda o deep tech. Es una industria que desarrolla innovaciones disruptivas intensivas en ciencia para dar respuesta a desafíos globales y que se caracteriza por la dificultad y coste, ya que puede tardar años en llegar al mercado y suele requerir grandes cantidades de inversión y un alto riesgo. España cuenta con 900 compañías que se dedican exclusivamente a la biotecnología, en su mayoría pequeñas empresas y start-ups que han nacido mayoritariamente a partir de un proyecto de investigación de una universidad, un centro de investigación o un hospital. Esto convierte al sector biotecnológico de nuestro país en el más intensivo en contratación de investigadores.
¿Cómo garantizar la financiación de unos proyectos en los que los resultados de la investigación suelen darse en el largo plazo y donde hay que sufragar costosos ensayos clínicos para su validación?
Precisamente esas características vinculadas a los largos ciclos de maduración de las innovaciones biotecnológicas, al riesgo y alto esfuerzo inversor hacen que el acceso a la financiación sea uno de los grandes retos del sector. En el caso de España vemos que las compañías biotecnológicas aportan gran valor añadido en las primeras fases de la investigación clínica y sin embargo tienen grandes problemas para crecer por las dificultades para acceder a financiación e impulsar sus ensayos clínicos para que lleguen al mercado. Necesitamos modernizar nuestro sistema de I+D para poder acompañar el ritmo y naturaleza de las innovaciones profundas como las que protagoniza la biotecnología. En AseBio acabamos de lanzar la iniciativa “Vida a la biotecnología” donde hacemos seis grandes propuestas para conseguir que el sector biotecnológico en España pueda desplegar todo su potencial.
¿Existen en España dinámicas de inversión adecuadas para atender esta exigencia de capital?
Desde mediados de los 2000 la situación ha mejorado mucho. Hemos pasado de contar con un fondo que invertía en biotecnología y ahora se han sumado muchos más (Ysios Capital Partners, Aliath Bioventures, Asabys Partners, Invivo Partners, Caixa Capital Risc, Inveready, CRB Inverbio, Columbus, entre otros) y hemos sido testigos, en 2020 y 2021, de un crecimiento en la atracción de inversión privada por parte de la biotecnología española sin precedentes. Pero desde la Administración Pública tiene que haber una apuesta decidida por sectores tan estratégicos como el biotecnológico con instrumentos específicos a través de todo el ciclo de vida de estas innovaciones ya que, por su propia naturaleza, estas empresas requieren de fuertes inversiones que no es posible afrontar solo con inversión privada en España.
¿Cuál es el posicionamiento del sector en la captación de recursos procedentes de fondos de capital riesgo internacionales especializados?
Vemos que cada vez más el entorno internacional se interesa por la biotecnología española. En 2022 las operaciones con participación de inversores internacionales alcanzaron casi los 100 millones de euros y además estos inversores participaron en las operaciones de mayor volumen. Esto demuestra el interés que despiertan las investigaciones y desarrollos de nuestras empresas. Consideramos positiva la llegada de fondos internacionales no solo porque es un mayor impulso para nuestras empresas sino porque también acompañan al capital riesgo nacional.
¿Puede valorar el apoyo público en el país en términos de financiación y en lo concerniente a la creación de un entorno legal y normativo favorable?
El sector necesita que la regulación y la normativa se adecúen no solo a su ritmo sino a sus características únicas. Hemos aplaudido nuevas leyes recientes como la de empresas emergentes que para sectores como el biotecnológico eleva los años desde su creación a los siete años para poder acogerse a los beneficios de la ley. Esta ha sido una propuesta de AseBio, toda vez que el sector biotecnológico tiene unos ciclos de maduración más dilatados en el tiempo comparado con otros. También es clave crear mecanismos adicionales como sandbox o entornos de prueba para acelerar la llegada de tratamientos biotecnológicos de alto impacto para la salud que prioricen su disponibilidad de manera rápida y sostenible.
¿Hay suficientes perfiles STEM en España para nutrir a las empresas? ¿El sistema educativo está enfocado a satisfacer esta demanda profesional?
La industria biotecnológica está creciendo y cambiando con rapidez. Hay más de mil terapias celulares y génicas en la fase clínica de desarrollo. El Big Data y las tecnologías de edición génica como CRISPR, además de las posibilidades que está abriendo el ARN mensajero, están revolucionando el desarrollo de soluciones biotecnológicas. Esto hace que las necesidades formativas de las compañías a veces estén por delante de lo que ofrece la academia. Apostamos por fortalecer los vínculos entre universidad, formación profesional y empresa.