Deliveroo, Glovo o Uber Eats están defendiendo que no tienen trabajadores para llevar a cabo el reparto sino que, en realidad, se trata de clientes que usan su aplicación como una herramienta más en su labor. Con el cobro de una especie de comisión por el uso de la plataforma o el cambio teórico de la relación con los repartidores, las compañías buscan alejar la sombra de la relación laboral que, según la inspección de trabajo de Valencia, Deliveroo mantiene con sus riders. No en vano, Empleo ha extendido las investigaciones a gran parte de las compañías digitales y provincias. Una sentencia del Tribunal Supremo del 16 de febrero ha dejado claro que existen indicios de laboralidad cuando es la empresa y no el autónomo el que “toma las decisiones concernientes a la relación con el mercado o el público”; cuando selecciona la clientela o personas a atender y cuando fija “precios, tarifas, horarios” y zonas de actuación.
FUENTE: SINTESIS DIARIA
Deliveroo, Glovo o Uber Eats están defendiendo que no tienen trabajadores para llevar a cabo el reparto sino que, en realidad, se trata de clientes que usan su aplicación como una herramienta más en su labor. Con el cobro de una especie de comisión por el uso de la plataforma o el cambio teórico de la relación con los repartidores, las compañías buscan alejar la sombra de la relación laboral que, según la inspección de trabajo de Valencia, Deliveroo mantiene con sus riders. No en vano, Empleo ha extendido las investigaciones a gran parte de las compañías digitales y provincias. Una sentencia del Tribunal Supremo del 16 de febrero ha dejado claro que existen indicios de laboralidad cuando es la empresa y no el autónomo el que “toma las decisiones concernientes a la relación con el mercado o el público”; cuando selecciona la clientela o personas a atender y cuando fija “precios, tarifas, horarios” y zonas de actuación.
FUENTE: SINTESIS DIARIA
Deliveroo, Glovo o Uber Eats están defendiendo que no tienen trabajadores para llevar a cabo el reparto sino que, en realidad, se trata de clientes que usan su aplicación como una herramienta más en su labor. Con el cobro de una especie de comisión por el uso de la plataforma o el cambio teórico de la relación con los repartidores, las compañías buscan alejar la sombra de la relación laboral que, según la inspección de trabajo de Valencia, Deliveroo mantiene con sus riders. No en vano, Empleo ha extendido las investigaciones a gran parte de las compañías digitales y provincias. Una sentencia del Tribunal Supremo del 16 de febrero ha dejado claro que existen indicios de laboralidad cuando es la empresa y no el autónomo el que “toma las decisiones concernientes a la relación con el mercado o el público”; cuando selecciona la clientela o personas a atender y cuando fija “precios, tarifas, horarios” y zonas de actuación.
FUENTE: SINTESIS DIARIA