El pasado mes de enero, la Dirección General de la Agencia Estatal de Administración Tributaria aprobó las directrices generales del Plan Anual de Control Tributario y Aduanero de 2018. Éstas pretenden continuar con la mejora del cumplimiento tributario, introducir medidas preventivas o simultáneas a la presentación de las autoliquidaciones y desarrollar actuaciones de comprobación e investigación sobre los obligados tributarios con perfiles de riesgo.
Entre las principales líneas de actuación está la investigación en internet -con especial atención a los nuevos modelos de prestación de servicios y de distribución por vía electrónica- y las prácticas defraudatorias como la detección de rentas y bienes ocultos en el extranjero de grandes patrimonios, al tiempo que se refuerza el control contra el fraude en IVA, patrimonio exterior y grandes deudores.
El pasado mes de enero, la Dirección General de la Agencia Estatal de Administración Tributaria aprobó las directrices generales del Plan Anual de Control Tributario y Aduanero de 2018. Éstas pretenden continuar con la mejora del cumplimiento tributario, introducir medidas preventivas o simultáneas a la presentación de las autoliquidaciones y desarrollar actuaciones de comprobación e investigación sobre los obligados tributarios con perfiles de riesgo.
Entre las principales líneas de actuación está la investigación en internet -con especial atención a los nuevos modelos de prestación de servicios y de distribución por vía electrónica- y las prácticas defraudatorias como la detección de rentas y bienes ocultos en el extranjero de grandes patrimonios, al tiempo que se refuerza el control contra el fraude en IVA, patrimonio exterior y grandes deudores.
El pasado mes de enero, la Dirección General de la Agencia Estatal de Administración Tributaria aprobó las directrices generales del Plan Anual de Control Tributario y Aduanero de 2018. Éstas pretenden continuar con la mejora del cumplimiento tributario, introducir medidas preventivas o simultáneas a la presentación de las autoliquidaciones y desarrollar actuaciones de comprobación e investigación sobre los obligados tributarios con perfiles de riesgo.
Entre las principales líneas de actuación está la investigación en internet -con especial atención a los nuevos modelos de prestación de servicios y de distribución por vía electrónica- y las prácticas defraudatorias como la detección de rentas y bienes ocultos en el extranjero de grandes patrimonios, al tiempo que se refuerza el control contra el fraude en IVA, patrimonio exterior y grandes deudores.