El sector de la automoción es un puntal económico en Catalunya.
Escalada de precios energéticos, encarecimiento de materias primas y del transporte y crisis de abastecimiento de componentes. ¿Cómo afronta el sector de la automoción en Catalunya esta coyuntura?
El sector de la automoción es un puntal económico en Catalunya y no es la primera vez que debe superar una crisis. Si bien es cierto que se han sumado muchas a la vez, el trabajo en equipo y el liderazgo que veo en cada empresa del sector me hace ser optimista porque siempre hemos salido adelante.
El imperativo de desarrollar vehículos ajenos al motor de combustión coexiste con la emergencia de nuevas fórmulas asociadas a la electromovilidad personal. ¿Supone ello un elemento añadido de incertidumbre?
El hecho de tener distintas tecnologías en desarrollo como está haciendo el sector con el coche eléctrico, el coche híbrido, la pila de combustible o los combustibles sintéticos… amplía el abanico de opciones de movilidad. Desde el Clúster, los estudios con los que trabajamos desde 2017 ya nos ponían encima de la mesa esta coexistencia de tecnologías, por lo que no es un escenario que nos sorprenda. Respecto al imperativo, jamás ha existido hacia la electromovilidad. De hecho, hay que focalizar los esfuerzos en la tecnología que sea más competitiva para que sea asequible a los usuarios, manteniendo el objetivo final: una movilidad sostenible, autónoma y conectada.
¿Da respuesta el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del vehículo eléctrico a los retos planteados?
Su objetivo es que dé respuesta y nos ayude a acelerar el camino hacia la movilidad sostenible gracias a la canalización de recursos europeos, pero también es cierto que su puesta en práctica a través del PERTE VEC 1, no ha cumplido las expectativas y ha habido muchas dificultades por la concepción de la aplicación de estos recursos. Lo bueno es que del PERTE VEC 1 se puede aprender para detectar lo que no ha funcionado y mejorarlo en el PERTE VEC 2.
¿Cuál debería ser la fórmula para incrementar la competitividad industrial en este contexto de transformación?
Estrategia, formación y colaboración empresarial y públicoprivada. Es vital trabajar la prospectiva estratégica para tener información avanzada y focalizar los esfuerzos para alinearse con esa información de la que se dispone y que nos dice lo que tiene que venir. El segundo elemento básico es la formación y mejora. Hablamos de reskilling, upskilling y de las soft y las hard skills. Es decir, el escenario es de lifelong learning. Además, es vital la cooperación entre empresas y con la administración pública para reducir el tiempo de incertidumbre.
¿Qué opinión le merece el acuerdo logrado con respecto a la reindustrialización de Nissan Zona Franca, en Barcelona?
Es una muy buena noticia para el sector y para la economía catalana. Es una gran oportunidad para desarrollar lo que pide el mercado global y tener tecnología propia, de Catalunya. Abrirá oportunidades para muchas empresas y esa siempre es una fantástica noticia.
¿Se trabaja desde el CIAC en alguna iniciativa con este propósito? ¿Existe colaboración con los otros clústeres de automoción de España?
En el mismo proyecto del Hub de Zona Franca hay implicadas, desde hace tiempo, distintas empresas asociadas al CIAC. Además, por parte del Clúster, colaboramos en las posibles necesidades que tengan en la identificación de empresas para su cadena de suministro. Por otro lado, existe muchísima colaboración entre los clústeres de automoción de España. De hecho, nos encontramos para construir proyectos conjuntos. De ahí nació ECOMOB, un espacio para compartir casos de éxito y que pronto evolucionará para ser un proyecto mucho más potente. Y trabajamos con otros clústeres, como el de Materiales Avanzados, para desarrollar más proyectos para nuestro sector.
El sector de la automoción es un puntal económico en Catalunya.
Escalada de precios energéticos, encarecimiento de materias primas y del transporte y crisis de abastecimiento de componentes. ¿Cómo afronta el sector de la automoción en Catalunya esta coyuntura?
El sector de la automoción es un puntal económico en Catalunya y no es la primera vez que debe superar una crisis. Si bien es cierto que se han sumado muchas a la vez, el trabajo en equipo y el liderazgo que veo en cada empresa del sector me hace ser optimista porque siempre hemos salido adelante.
El imperativo de desarrollar vehículos ajenos al motor de combustión coexiste con la emergencia de nuevas fórmulas asociadas a la electromovilidad personal. ¿Supone ello un elemento añadido de incertidumbre?
El hecho de tener distintas tecnologías en desarrollo como está haciendo el sector con el coche eléctrico, el coche híbrido, la pila de combustible o los combustibles sintéticos… amplía el abanico de opciones de movilidad. Desde el Clúster, los estudios con los que trabajamos desde 2017 ya nos ponían encima de la mesa esta coexistencia de tecnologías, por lo que no es un escenario que nos sorprenda. Respecto al imperativo, jamás ha existido hacia la electromovilidad. De hecho, hay que focalizar los esfuerzos en la tecnología que sea más competitiva para que sea asequible a los usuarios, manteniendo el objetivo final: una movilidad sostenible, autónoma y conectada.
¿Da respuesta el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del vehículo eléctrico a los retos planteados?
Su objetivo es que dé respuesta y nos ayude a acelerar el camino hacia la movilidad sostenible gracias a la canalización de recursos europeos, pero también es cierto que su puesta en práctica a través del PERTE VEC 1, no ha cumplido las expectativas y ha habido muchas dificultades por la concepción de la aplicación de estos recursos. Lo bueno es que del PERTE VEC 1 se puede aprender para detectar lo que no ha funcionado y mejorarlo en el PERTE VEC 2.
¿Cuál debería ser la fórmula para incrementar la competitividad industrial en este contexto de transformación?
Estrategia, formación y colaboración empresarial y públicoprivada. Es vital trabajar la prospectiva estratégica para tener información avanzada y focalizar los esfuerzos para alinearse con esa información de la que se dispone y que nos dice lo que tiene que venir. El segundo elemento básico es la formación y mejora. Hablamos de reskilling, upskilling y de las soft y las hard skills. Es decir, el escenario es de lifelong learning. Además, es vital la cooperación entre empresas y con la administración pública para reducir el tiempo de incertidumbre.
¿Qué opinión le merece el acuerdo logrado con respecto a la reindustrialización de Nissan Zona Franca, en Barcelona?
Es una muy buena noticia para el sector y para la economía catalana. Es una gran oportunidad para desarrollar lo que pide el mercado global y tener tecnología propia, de Catalunya. Abrirá oportunidades para muchas empresas y esa siempre es una fantástica noticia.
¿Se trabaja desde el CIAC en alguna iniciativa con este propósito? ¿Existe colaboración con los otros clústeres de automoción de España?
En el mismo proyecto del Hub de Zona Franca hay implicadas, desde hace tiempo, distintas empresas asociadas al CIAC. Además, por parte del Clúster, colaboramos en las posibles necesidades que tengan en la identificación de empresas para su cadena de suministro. Por otro lado, existe muchísima colaboración entre los clústeres de automoción de España. De hecho, nos encontramos para construir proyectos conjuntos. De ahí nació ECOMOB, un espacio para compartir casos de éxito y que pronto evolucionará para ser un proyecto mucho más potente. Y trabajamos con otros clústeres, como el de Materiales Avanzados, para desarrollar más proyectos para nuestro sector.
El sector de la automoción es un puntal económico en Catalunya.
Escalada de precios energéticos, encarecimiento de materias primas y del transporte y crisis de abastecimiento de componentes. ¿Cómo afronta el sector de la automoción en Catalunya esta coyuntura?
El sector de la automoción es un puntal económico en Catalunya y no es la primera vez que debe superar una crisis. Si bien es cierto que se han sumado muchas a la vez, el trabajo en equipo y el liderazgo que veo en cada empresa del sector me hace ser optimista porque siempre hemos salido adelante.
El imperativo de desarrollar vehículos ajenos al motor de combustión coexiste con la emergencia de nuevas fórmulas asociadas a la electromovilidad personal. ¿Supone ello un elemento añadido de incertidumbre?
El hecho de tener distintas tecnologías en desarrollo como está haciendo el sector con el coche eléctrico, el coche híbrido, la pila de combustible o los combustibles sintéticos… amplía el abanico de opciones de movilidad. Desde el Clúster, los estudios con los que trabajamos desde 2017 ya nos ponían encima de la mesa esta coexistencia de tecnologías, por lo que no es un escenario que nos sorprenda. Respecto al imperativo, jamás ha existido hacia la electromovilidad. De hecho, hay que focalizar los esfuerzos en la tecnología que sea más competitiva para que sea asequible a los usuarios, manteniendo el objetivo final: una movilidad sostenible, autónoma y conectada.
¿Da respuesta el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del vehículo eléctrico a los retos planteados?
Su objetivo es que dé respuesta y nos ayude a acelerar el camino hacia la movilidad sostenible gracias a la canalización de recursos europeos, pero también es cierto que su puesta en práctica a través del PERTE VEC 1, no ha cumplido las expectativas y ha habido muchas dificultades por la concepción de la aplicación de estos recursos. Lo bueno es que del PERTE VEC 1 se puede aprender para detectar lo que no ha funcionado y mejorarlo en el PERTE VEC 2.
¿Cuál debería ser la fórmula para incrementar la competitividad industrial en este contexto de transformación?
Estrategia, formación y colaboración empresarial y públicoprivada. Es vital trabajar la prospectiva estratégica para tener información avanzada y focalizar los esfuerzos para alinearse con esa información de la que se dispone y que nos dice lo que tiene que venir. El segundo elemento básico es la formación y mejora. Hablamos de reskilling, upskilling y de las soft y las hard skills. Es decir, el escenario es de lifelong learning. Además, es vital la cooperación entre empresas y con la administración pública para reducir el tiempo de incertidumbre.
¿Qué opinión le merece el acuerdo logrado con respecto a la reindustrialización de Nissan Zona Franca, en Barcelona?
Es una muy buena noticia para el sector y para la economía catalana. Es una gran oportunidad para desarrollar lo que pide el mercado global y tener tecnología propia, de Catalunya. Abrirá oportunidades para muchas empresas y esa siempre es una fantástica noticia.
¿Se trabaja desde el CIAC en alguna iniciativa con este propósito? ¿Existe colaboración con los otros clústeres de automoción de España?
En el mismo proyecto del Hub de Zona Franca hay implicadas, desde hace tiempo, distintas empresas asociadas al CIAC. Además, por parte del Clúster, colaboramos en las posibles necesidades que tengan en la identificación de empresas para su cadena de suministro. Por otro lado, existe muchísima colaboración entre los clústeres de automoción de España. De hecho, nos encontramos para construir proyectos conjuntos. De ahí nació ECOMOB, un espacio para compartir casos de éxito y que pronto evolucionará para ser un proyecto mucho más potente. Y trabajamos con otros clústeres, como el de Materiales Avanzados, para desarrollar más proyectos para nuestro sector.