La digitalización se ha convertido ya en un servicio esencial de nuestra economía
¿Qué valoración hace del Plan de Recuperación presentado por el Gobierno español en Bruselas en lo que concierne al reparto de los fondos Next Generation UE?
Consideramos que el documento realiza un diagnóstico acertado sobre los ámbitos de mejora de nuestra digitalización, al tiempo que procura consolidar la fortaleza que tenemos en áreas como las telecomunicaciones incentivando las inversiones en las nuevas redes 5G. En los próximos meses deberemos, entre todos, concretar los planes presentados por el Gobierno en proyectos específicos con los procedimientos más adecuados de contratación y con una definición de hitos de cumplimiento que garantice su ejecución más eficaz.
¿Cuáles deberían ser las prioridades estratégicas que rijan la distribución de estos recursos económicos?
Las prioridades vienen marcadas por la Comisión Europea, siendo una de ellas la transformación digital. En España, el Gobierno ha decidido –a mi juicio de forma acertada– aumentar la dotación destinada a estas inversiones hasta el 30%. Tenemos la oportunidad de aprovechar el impulso en la adopción de habilidades digitales al que nos ha obligado la pandemia. Es el momento idóneo para atajar de una vez por todas la brecha en competencias digitales que existe en España, de la mano de la colaboración público-privada.
Vayamos al despliegue del 5G: ¿Puede ponderar en qué medida los aspectos técnicos y normativos legislativos interfieren en dicho proceso?
El entorno regulatorio influye enormemente, ya que los despliegues de redes requieren inversiones muy cuantiosas que tardan muchos años en amortizarse. Desde DigitalES, promulgamos un level playing field donde no se produzcan asimetrías indeseadas o situaciones de competencia desleal e inseguridad jurídica. Cuanto más certeras y uniformes las normas que rigen una industria, preferiblemente a nivel europeo, más confianza tendrán los operadores para realizar sus inversiones.
Desde la patronal que dirige se ha hecho una apuesta decidida por la Formación Profesional Dual. ¿La empleabilidad en el sector tecnológico está en riesgo por falta de perfiles curriculares adaptados a la realidad y a las necesidades específicas de las empresas?
El sector tecnológico en España es fuerte en términos de empleo: hablamos de casi 500.000 puestos de trabajo directos, según el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI). Sí es cierto que es una industria muy atomizada y que a las empresas del sector les cuesta mucho cubrir determinados perfiles TIC, si bien el sector de la educación está haciendo un esfuerzo reseñable en esta dirección. En DigitalES trabajamos en acciones específicas para cubrir esa brecha, a través de la Comisión Paritaria Sectorial, en la que están presentes también el sector público y los agentes sociales. Esas acciones incluyen un refuerzo muy decidido de la Formación Profesional en nuestro país, y de la FP Dual en particular.
La correlación entre digitalización y competitividad está fuera de toda duda, aunque a menudo el foco se pone en el sector privado. Pero, ¿Qué ocurre con las administraciones públicas?
Las administraciones públicas, por su capilaridad, tienen un importante efecto tractor, particularmente sobre las pymes. El Plan de Recuperación plantea asimismo partidas importantes para acelerar la trasformación del sector público y desde DigitalES tendemos nuestra mano para ayudar a llevarla a cabo.
¿Puede contribuir la digitalización a paliar el creciente desequilibrio territorial y demográfico en España, con profundos efectos socioeconómicos?
Indudablemente. La digitalización se ha convertido ya en un servicio esencial de nuestra economía y en un pilar de nuestra sociedad. Por eso es una condición necesaria –aunque no exclusiva– para mitigar desigualdades y para volver a la senda del crecimiento económico. Para conseguirlo, debemos apostar por modelos eficaces y eficientes de apoyo a la digitalización, basados en criterios de neutralidad tecnológica y en cubrir las diferentes necesidades de cada territorio, aplicando siempre una visión de conjunto.
La digitalización se ha convertido ya en un servicio esencial de nuestra economía
¿Qué valoración hace del Plan de Recuperación presentado por el Gobierno español en Bruselas en lo que concierne al reparto de los fondos Next Generation UE?
Consideramos que el documento realiza un diagnóstico acertado sobre los ámbitos de mejora de nuestra digitalización, al tiempo que procura consolidar la fortaleza que tenemos en áreas como las telecomunicaciones incentivando las inversiones en las nuevas redes 5G. En los próximos meses deberemos, entre todos, concretar los planes presentados por el Gobierno en proyectos específicos con los procedimientos más adecuados de contratación y con una definición de hitos de cumplimiento que garantice su ejecución más eficaz.
¿Cuáles deberían ser las prioridades estratégicas que rijan la distribución de estos recursos económicos?
Las prioridades vienen marcadas por la Comisión Europea, siendo una de ellas la transformación digital. En España, el Gobierno ha decidido –a mi juicio de forma acertada– aumentar la dotación destinada a estas inversiones hasta el 30%. Tenemos la oportunidad de aprovechar el impulso en la adopción de habilidades digitales al que nos ha obligado la pandemia. Es el momento idóneo para atajar de una vez por todas la brecha en competencias digitales que existe en España, de la mano de la colaboración público-privada.
Vayamos al despliegue del 5G: ¿Puede ponderar en qué medida los aspectos técnicos y normativos legislativos interfieren en dicho proceso?
El entorno regulatorio influye enormemente, ya que los despliegues de redes requieren inversiones muy cuantiosas que tardan muchos años en amortizarse. Desde DigitalES, promulgamos un level playing field donde no se produzcan asimetrías indeseadas o situaciones de competencia desleal e inseguridad jurídica. Cuanto más certeras y uniformes las normas que rigen una industria, preferiblemente a nivel europeo, más confianza tendrán los operadores para realizar sus inversiones.
Desde la patronal que dirige se ha hecho una apuesta decidida por la Formación Profesional Dual. ¿La empleabilidad en el sector tecnológico está en riesgo por falta de perfiles curriculares adaptados a la realidad y a las necesidades específicas de las empresas?
El sector tecnológico en España es fuerte en términos de empleo: hablamos de casi 500.000 puestos de trabajo directos, según el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI). Sí es cierto que es una industria muy atomizada y que a las empresas del sector les cuesta mucho cubrir determinados perfiles TIC, si bien el sector de la educación está haciendo un esfuerzo reseñable en esta dirección. En DigitalES trabajamos en acciones específicas para cubrir esa brecha, a través de la Comisión Paritaria Sectorial, en la que están presentes también el sector público y los agentes sociales. Esas acciones incluyen un refuerzo muy decidido de la Formación Profesional en nuestro país, y de la FP Dual en particular.
La correlación entre digitalización y competitividad está fuera de toda duda, aunque a menudo el foco se pone en el sector privado. Pero, ¿Qué ocurre con las administraciones públicas?
Las administraciones públicas, por su capilaridad, tienen un importante efecto tractor, particularmente sobre las pymes. El Plan de Recuperación plantea asimismo partidas importantes para acelerar la trasformación del sector público y desde DigitalES tendemos nuestra mano para ayudar a llevarla a cabo.
¿Puede contribuir la digitalización a paliar el creciente desequilibrio territorial y demográfico en España, con profundos efectos socioeconómicos?
Indudablemente. La digitalización se ha convertido ya en un servicio esencial de nuestra economía y en un pilar de nuestra sociedad. Por eso es una condición necesaria –aunque no exclusiva– para mitigar desigualdades y para volver a la senda del crecimiento económico. Para conseguirlo, debemos apostar por modelos eficaces y eficientes de apoyo a la digitalización, basados en criterios de neutralidad tecnológica y en cubrir las diferentes necesidades de cada territorio, aplicando siempre una visión de conjunto.
La digitalización se ha convertido ya en un servicio esencial de nuestra economía
¿Qué valoración hace del Plan de Recuperación presentado por el Gobierno español en Bruselas en lo que concierne al reparto de los fondos Next Generation UE?
Consideramos que el documento realiza un diagnóstico acertado sobre los ámbitos de mejora de nuestra digitalización, al tiempo que procura consolidar la fortaleza que tenemos en áreas como las telecomunicaciones incentivando las inversiones en las nuevas redes 5G. En los próximos meses deberemos, entre todos, concretar los planes presentados por el Gobierno en proyectos específicos con los procedimientos más adecuados de contratación y con una definición de hitos de cumplimiento que garantice su ejecución más eficaz.
¿Cuáles deberían ser las prioridades estratégicas que rijan la distribución de estos recursos económicos?
Las prioridades vienen marcadas por la Comisión Europea, siendo una de ellas la transformación digital. En España, el Gobierno ha decidido –a mi juicio de forma acertada– aumentar la dotación destinada a estas inversiones hasta el 30%. Tenemos la oportunidad de aprovechar el impulso en la adopción de habilidades digitales al que nos ha obligado la pandemia. Es el momento idóneo para atajar de una vez por todas la brecha en competencias digitales que existe en España, de la mano de la colaboración público-privada.
Vayamos al despliegue del 5G: ¿Puede ponderar en qué medida los aspectos técnicos y normativos legislativos interfieren en dicho proceso?
El entorno regulatorio influye enormemente, ya que los despliegues de redes requieren inversiones muy cuantiosas que tardan muchos años en amortizarse. Desde DigitalES, promulgamos un level playing field donde no se produzcan asimetrías indeseadas o situaciones de competencia desleal e inseguridad jurídica. Cuanto más certeras y uniformes las normas que rigen una industria, preferiblemente a nivel europeo, más confianza tendrán los operadores para realizar sus inversiones.
Desde la patronal que dirige se ha hecho una apuesta decidida por la Formación Profesional Dual. ¿La empleabilidad en el sector tecnológico está en riesgo por falta de perfiles curriculares adaptados a la realidad y a las necesidades específicas de las empresas?
El sector tecnológico en España es fuerte en términos de empleo: hablamos de casi 500.000 puestos de trabajo directos, según el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI). Sí es cierto que es una industria muy atomizada y que a las empresas del sector les cuesta mucho cubrir determinados perfiles TIC, si bien el sector de la educación está haciendo un esfuerzo reseñable en esta dirección. En DigitalES trabajamos en acciones específicas para cubrir esa brecha, a través de la Comisión Paritaria Sectorial, en la que están presentes también el sector público y los agentes sociales. Esas acciones incluyen un refuerzo muy decidido de la Formación Profesional en nuestro país, y de la FP Dual en particular.
La correlación entre digitalización y competitividad está fuera de toda duda, aunque a menudo el foco se pone en el sector privado. Pero, ¿Qué ocurre con las administraciones públicas?
Las administraciones públicas, por su capilaridad, tienen un importante efecto tractor, particularmente sobre las pymes. El Plan de Recuperación plantea asimismo partidas importantes para acelerar la trasformación del sector público y desde DigitalES tendemos nuestra mano para ayudar a llevarla a cabo.
¿Puede contribuir la digitalización a paliar el creciente desequilibrio territorial y demográfico en España, con profundos efectos socioeconómicos?
Indudablemente. La digitalización se ha convertido ya en un servicio esencial de nuestra economía y en un pilar de nuestra sociedad. Por eso es una condición necesaria –aunque no exclusiva– para mitigar desigualdades y para volver a la senda del crecimiento económico. Para conseguirlo, debemos apostar por modelos eficaces y eficientes de apoyo a la digitalización, basados en criterios de neutralidad tecnológica y en cubrir las diferentes necesidades de cada territorio, aplicando siempre una visión de conjunto.