El pasado mes de julio entró en vigor el Real Decreto 308/2019, de 26 de abril, por el que se aprueba la norma de calidad para el pan. La nueva norma, aplaudida por la mayoría de instituciones de defensa de los derechos de los consumidores, tiene como principal propósito establecer las normas básicas de calidad para la elaboración y comercialización del pan en España.
Es un hecho que los consumidores somos cada vez más exigentes y demandamos conocer, a través de un etiquetaje claro, cuáles son los componentes e ingredientes utilizados para la elaboración de los alimentos que consumimos.
En este sentido, la nueva norma supone un gran avance respecto de la normativa anterior del año 1984 y se augura que tendrá un impacto muy favorable para los consumidores. En concreto, gracias a la nueva normativa el consumidor dispone de una información más adecuada sobre los diferentes tipos de panes y su forma de elaboración.
Entre las principales novedades se encuentra el endurecimiento de los requisitos para considerar y denominar un pan como integral, exigiéndose que el 100% de la harina empleada sea integral, o la definición legal de conceptos como “masa madre”.
El pasado mes de julio entró en vigor el Real Decreto 308/2019, de 26 de abril, por el que se aprueba la norma de calidad para el pan. La nueva norma, aplaudida por la mayoría de instituciones de defensa de los derechos de los consumidores, tiene como principal propósito establecer las normas básicas de calidad para la elaboración y comercialización del pan en España.
Es un hecho que los consumidores somos cada vez más exigentes y demandamos conocer, a través de un etiquetaje claro, cuáles son los componentes e ingredientes utilizados para la elaboración de los alimentos que consumimos.
En este sentido, la nueva norma supone un gran avance respecto de la normativa anterior del año 1984 y se augura que tendrá un impacto muy favorable para los consumidores. En concreto, gracias a la nueva normativa el consumidor dispone de una información más adecuada sobre los diferentes tipos de panes y su forma de elaboración.
Entre las principales novedades se encuentra el endurecimiento de los requisitos para considerar y denominar un pan como integral, exigiéndose que el 100% de la harina empleada sea integral, o la definición legal de conceptos como “masa madre”.
El pasado mes de julio entró en vigor el Real Decreto 308/2019, de 26 de abril, por el que se aprueba la norma de calidad para el pan. La nueva norma, aplaudida por la mayoría de instituciones de defensa de los derechos de los consumidores, tiene como principal propósito establecer las normas básicas de calidad para la elaboración y comercialización del pan en España.
Es un hecho que los consumidores somos cada vez más exigentes y demandamos conocer, a través de un etiquetaje claro, cuáles son los componentes e ingredientes utilizados para la elaboración de los alimentos que consumimos.
En este sentido, la nueva norma supone un gran avance respecto de la normativa anterior del año 1984 y se augura que tendrá un impacto muy favorable para los consumidores. En concreto, gracias a la nueva normativa el consumidor dispone de una información más adecuada sobre los diferentes tipos de panes y su forma de elaboración.
Entre las principales novedades se encuentra el endurecimiento de los requisitos para considerar y denominar un pan como integral, exigiéndose que el 100% de la harina empleada sea integral, o la definición legal de conceptos como “masa madre”.